Del SINEM Siquirres a The Juilliard School de Nueva York: el inspirador viaje de Luis Diego Montero Hernández
- Con 19 años, Luis Diego fue admitido con beca en The Juilliard School de Nueva York, Estados Unidos, donde ingresará a mediados de agosto 2025
- Su trayectoria comenzó en el Sistema Nacional de Educación Musical de Siquirres, interpretando el clarinete

San José, 06 de agosto de 2025. El Ministerio de Cultura y Juventud, a través del Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM), celebra el logro de Luis Diego Montero Hernández como un ejemplo vivo de que la educación musical transforma vidas. Su historia confirma que el SINEM no solo enseña música: enciende pasiones, despierta talentos y abre caminos de éxito.
En su infancia, Luis Diego jamás imaginó que un clarinete del SINEM Siquirres sería la llave que abriría un mundo de oportunidades. Mucho menos que ese mismo instrumento lo llevaría, años después, a cruzar fronteras para ser admitido con beca en The Juilliard School, de Nueva York, una de las instituciones musicales más prestigiosas del mundo.
“El día que me tocaba escoger instrumento, probé el trombón y el violín, pero no sentí conexión. El coordinador, Jimmy Díaz, me dijo que tenían un clarinete guardado y me invitó a probarlo. No lo conocía, nunca lo había escuchado… pero fue amor a primera nota. Lo escogí entonces, y lo sigo escogiendo todos los días”, recordó Luis Diego con una sonrisa.
Su vínculo con la música nació antes de que él mismo llegara al mundo. Desde la gestación, sus padres lo rodearon de melodías y estímulos sonoros, convencidos de que la música podía nutrir su desarrollo y sensibilidad. Ya en sus primeros años, lo acompañaban con piezas de música clásica en casa y lo inscribieron en programas de estimulación temprana, sembrando así las primeras semillas de una pasión que marcaría su vida.
En 2014, con apenas 8 años, Luis Diego ingresó al SINEM Siquirres. Allí, bajo la guía de los profesores Jimmy Díaz y Diego Alfaro, se sumergió en las notas y los silencios que se convirtieron en lenguaje cotidiano. Pronto alcanzó el rol de clarinete principal en la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil Carmen Lyra, del SINEM, integró orquestas regionales y participó en giras y presentaciones que lo colocaron frente a públicos diversos, desde pequeños salones comunales hasta escenarios nacionales.
Su familia siempre estuvo a su lado, no solo como un apoyo emocional constante, sino también como parte activa de la comunidad del SINEM. Su madre, María Virginia Hernández, recuerda con cariño cómo las familias se unían para que ningún niño o niña quedara rezagado por motivos económicos.

“Recuerdo que una mamá preparaba rice and beans para vender y así recaudar fondos, porque muchos estudiantes tenían recursos muy limitados y de esa manera buscábamos ayudarles… todos eran inmensamente ricos en talento humano”, relató Hernández con emoción.
Su padre, Luis Diego Montero Jiménez, lo acompañaba varias veces por semana a sus clases de lenguaje musical e instrumento. Los sábados, la familia pasaba el día entero en el SINEM, entre ensayos, conciertos y actividades. “Nos volvimos parte de esa comunidad. Fueron experiencias muy bonitas, acompañando a niños y niñas a tocar en comunidades, iglesias y actividades especiales”, agregó Hernández.
Con el tiempo, la familia entendió que, para que Luis Diego continuara creciendo, debía estar en un entorno más completo. Además de su paso por el SINEM de Siquirres, también formó parte del SINEM de Guácimo, bajo la guía del profesor Elber Oviedo, y cursó la Etapa Básica de la Universidad de Costa Rica en la sede de Limón con el profesor Roberto Henry Astúa. Posteriormente, lo matricularon en el Instituto Nacional de la Música, en Moravia, donde su profesor Lenin Izaguirre le habló del Interlochen Arts Academy, en Michigan, Estados Unidos. Luis Diego realizó la audición, fue aceptado con beca y se graduó con honores en 2025.
“Mi primer año allá todavía no tenía claro que quería ser músico profesional, pero una vez que lo decidí, empecé a investigar con mi profesor las mejores escuelas de música para licenciatura. Realicé audición para ocho universidades y conservatorios porque no se puede aplicar a una sola: el proceso es competitivo y no hay garantía de aceptación. Es un trabajo que toma alrededor de un año, con preparación intensa para cumplir con los requerimientos de cada escuela”, explicó Luis Diego.
El proceso para ingresar a Juilliard fue especialmente exigente, pero Luis Diego sabe que, en realidad, se ha estado preparando para este instante desde que tomó un clarinete por primera vez. Cada clase, ensayo, audición y escenario recorrido fueron moldeando no solo su técnica, sino también la determinación y madurez necesarias para afrontar este reto.
Tras pasar un primer filtro, enviando videos y documentos, fue invitado a la audición presencial. “En Juilliard toqué entre 10 y 15 minutos de las obras que exigían. Un mes después recibí el correo de aceptación. Este año, para la licenciatura en clarinete, fui seleccionado”, comentó con humildad y orgullo. Luis Diego iniciará sus lecciones de Juilliard a mediados de agosto 2025.

Luis Diego reconoce que su camino no ha sido fácil. “Comencé la música como un hobby, pero poco a poco se volvió algo muy serio. Sé que no es una carrera sencilla y que solo los mejores triunfan. Me tocará trabajar aún más duro, adaptarme a un nivel altísimo y rodearme de personas igual o más talentosas. Estoy listo y con muchas ganas de comenzar”, expresó el joven músico.
En esta nueva etapa, Luis Diego tendrá el privilegio de estudiar bajo la tutela de Anthony McGill, profesor en The Juilliard School y clarinetista principal de la Filarmónica de Nueva York, considerado uno de los intérpretes más destacados de su generación. La oportunidad de aprender directamente de un músico de esta trayectoria representa un paso decisivo en su formación artística y profesional.
Música que transforma
La historia de Luis Diego es la prueba viva de que el SINEM no solo enseña a tocar un instrumento: siembra esperanza, cultiva disciplina y abre puertas hacia un mundo sin límites. Allí donde suena una nota, germina un sueño; donde hay un SINEM, nacen talentos con la fuerza para conquistar el mundo.
El Ministerio de Cultura y Juventud, a través del SINEM, está presente en comunidades de todo el país. Gracias a ello, niñas y niños como Luis Diego pueden formar parte de orquestas en su propia comunidad. Un instrumento en sus manos es más que madera, metal o cuerdas: es una promesa de futuro, una llave que abre puertas, un pasaporte hacia el mundo.
En cada sede del SINEM, detrás de cada nota que vibra, hay un futuro que se está construyendo; quizás, en este mismo momento, en algún rincón del país, un niño o niña está viviendo su propio “amor a primera nota” y dando ese primer paso hacia su propio futuro musical.
Producción – SINEM
Reproducción y adaptación | Unidad de Comunicación - MCJ / Consecutivo 227 / FEM / 06-08-2025